El curling podíamos considerarlo como la “petanca sobre hielo”. Este deporte nació en Escocia en el siglo XVI, donde se practicaba sobre los lagos helados. Así la Federación internacional de curling se encuentra en este país, aunque ya ha sido exportado a numerosos países como Estados Unidos, Suecia, Suiza y Canadá, donde el primer club deportivo creado en el país fue el “Royal Montreal Curling Club”. En España este deporte no ha sido relevante hasta finales del siglo XX, estando todavía en “pañales” respecto a otros países.
El curling se juega en una pista de hielo, en la que 4 jugadores por equipo tienen el objetivo de acercar una piedra de unos 20 kg, hacia la diana que se encuentra al final del pasillo. En cada entrada, la piedra que se encuentre más cerca del centro puntuará, y al final de las 8 entradas se hace un recuento de los puntos. La curiosidad del deporte recae en que, para acelerar o frenar la piedra, cada equipo dispone de varios cepillos que derriten el hielo para deslizarla mejor sobre el pasillo.
Este deporte también destaca por la caballerosidad existente entre sus jugadores por lo que los árbitros apenas intervienen, porque los dos equipos casi siempre acaban poniéndose de acuerdo. La regla que más llama la atención refleja que el vencedor debe invitar al equipo al que derrota a una consumición, en un acto de auténtico “fairplay”.
En 1998 se disputó en Nagano la primera competición olímpica de curling, después de haber sido deporte de exhibición en varias Olimpiadas previas. Canadá, Suiza y Suecia han estado en la élite en los últimos años, pero pronto tendrán duros rivales, ya que este deporte poco a poco va contando con nuevos adeptos a lo largo del mundo.
El curling se juega en una pista de hielo, en la que 4 jugadores por equipo tienen el objetivo de acercar una piedra de unos 20 kg, hacia la diana que se encuentra al final del pasillo. En cada entrada, la piedra que se encuentre más cerca del centro puntuará, y al final de las 8 entradas se hace un recuento de los puntos. La curiosidad del deporte recae en que, para acelerar o frenar la piedra, cada equipo dispone de varios cepillos que derriten el hielo para deslizarla mejor sobre el pasillo.
Este deporte también destaca por la caballerosidad existente entre sus jugadores por lo que los árbitros apenas intervienen, porque los dos equipos casi siempre acaban poniéndose de acuerdo. La regla que más llama la atención refleja que el vencedor debe invitar al equipo al que derrota a una consumición, en un acto de auténtico “fairplay”.
En 1998 se disputó en Nagano la primera competición olímpica de curling, después de haber sido deporte de exhibición en varias Olimpiadas previas. Canadá, Suiza y Suecia han estado en la élite en los últimos años, pero pronto tendrán duros rivales, ya que este deporte poco a poco va contando con nuevos adeptos a lo largo del mundo.
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